Durante el ya pasado fin de semana, Galicia ha permanecido en alerta por la entrada de una nueva borrasca que ha dejado lluvias persistentes, viento, nieve y hasta un fenómeno meteorológico poco frecuente (pero que todos los inviernos hace acto de presencia en nuestra Comunidad): los vientos cruzados. En aviación entendemos por vientos cruzados los que soplan perpendicularmente a la pista de aterrizaje, esto es, "empujando" al avión por un lateral en los despegues o aterrizajes, en lugar de hacerlo de forma alineada a la pista, es decir, hacia el "morro" o la "cola" de la aeronave. La especial peligrosidad de este fenómeno consiste en que, si las ráfagas que azotan al avión en el momento de aterrizar tienen la suficiente intensidad, podrían provocar una salida de pista y de ahí que las tripulaciones suelan optar por abortar la maniobra y realizar esperas para intentar una nueva aproximación o desviarse.
En los últimos años, los aeropuertos gallegos han recibido importantes inversiones para mitigar las incidencias por desvíos o cancelaciones, muy frecuentes hace un par de décadas por la particular meteorología de Galicia. Así, se ha instalado un nuevo sistema antiniebla ILS en el aeropuerto de Vigo de última generación y se ha actualizado el de Santiago de Compostela, se ha ampliado la pista en el aeropuerto de A Coruña y se han diseñado nuevas maniobras de aproximación, se han diseñado maniobras de aproximación por satélite al aeropuerto de Vigo, se trabaja en ampliar las franjas de seguridad a ambos lados de la pista, etc. Todo ello ha llevado a que el volumen anual de desvíos en los aeropuertos gallegos se haya reducido drásticamente, especialmente en Vigo y Santiago de Compostela (a la espera de que A Coruña reciba las inversiones necesarias para alcanzar la misma excelencia operativa), que se mueven en idéntica media que las restantes instalaciones de la red de aeropuertos españoles.
Sin embargo, hay un fenómeno que ningún sistema tecnológico puede compensar hoy por hoy: los vientos cruzados. Las aproximaciones a los aeropuertos en dichas circunstancias, aunque se hacen en condiciones plenas de seguridad, acostumbran a resultar angustiosas para los pasajeros ya que las aeronaves sufren sacudidas inesperadas que suelen rematar en aterrizajes frustrados y nuevos intentos o desvíos. Como decíamos en líneas anteriores, no es un fenómeno frecuente en los aeropuertos españoles (ni en los gallegos), pero tampoco raro, ya que suele estar presente en media docena de jornadas cada invierno.
Precisamente esas circunstancias fueron las que causaron un pequeño caos en la noche del domingo. La situación comenzó alrededor de las 19:40h de la tarde, cuando el vuelo de Iberia IB538 debía partir de Madrid a Vigo. En ese momento, los pasajeros fueron informados de un retraso de 2 horas, ya que la aeronave llegaría con demora de su vuelo anterior a Oporto. Finalmente el despegue se produjo a las 21:46h de Barajas, pero al llegar a Vigo el primer intento de aterrizaje se frustró por viento cruzado, decidiéndose la tripulación por retornar a Madrid ante la situación de todos los aeropuertos gallegos. Idéntico proceder se vivió en el Iberia IB536 de Madrid a Vigo de las 22:10h, que intentó una primera aproximación a Peinador que resultó frustrada por viento cruzado, retornando igualmente a Barajas. Los desvíos afectaron también a las salidas posteriores, que fueron canceladas. Los pasajeros serán recolocados en vuelos de hoy lunes.
A la misma hora en la que el IB536 se veía obligado a retornar a Barajas, el Vueling VY8379 entre Ámsterdam y Santiago de Compostela intentaba tomar tierra sin éxito en el aeropuerto de Lavacolla. Tras una primera aproximación frustrada por vientos cruzados, la aeronave decidía desviarse a Barcelona. El Ryanair FR2001 de Lanzarote a Santiago que le precedía, sin embargo, logró tomar tierra a la segunda tras una aproximación previa frustrada y unas breves esperas sobre el aeropuerto.
Más al norte, en A Coruña, el Iberia IB516 desde Madrid vivía idéntica situación al Ryanair, con un aterrizaje exitoso tras una primera aproximación frustrada por vientos cruzados.
La situación se ha normalizado ya en la mañana de este lunes, si bien el Vueling VLG1702 de Barcelona a Vigo de las 8:25h fue desviado a Santiago, toda vez que la aerolínea ya había informado en la noche del domingo a sus pasajeros de que tendrían que presentarse en dicho aeropuerto, en previsión (errónea) de que los vientos cruzados seguirían en Peinador hasta mediamañana del lunes.
La borrasca actual abandonará Galicia a lo largo de la tarde de este lunes, si bien el martes está previsto que llegue otra y el jueves una más.
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