El tercer socavón detectado en la pista del aeropuerto de Vigo, que obligó a su cierre temporal durante 21 horas entre las 19:00h del lunes 20 de marzo y las 16:00h del martes 21, no implicará que se aceleren las obras de recrecido y reasfaltado completo de los 2.400 metros de longitud de la misma. AENA, la empresa semipública-semiprivada, que gestiona la mayor parte de los aeropuertos españoles, y que obtuvo 901,5 millones de euros de beneficios durante 2022; aportó estos días un calendario para la adjudicación e inicio de los trabajos que refleja las mismas fechas que se manejaban ya antes de los últimos incidentes: inicio del proceso de ejecución en verano de 2023 e inicio efectivo de las obras en verano de 2024.
La pista de Peinador, cuyas últimas obras de asfaltado en profundidad datan de hace algo más de 10 años, ha avisado de forma reiterada en los últimos meses del fin de su vida útil. Así, el primer socavón de consideración se detectó el último día del año 2021: el 31 de diciembre, un agujero de 7 metros de longitud y 2 metros de ancho obligó al cierre completo del aeropuerto hasta el 2 de enero, afectando a miles de pasajeros que retornaban a sus hogares en una de las fechas más importantes del año. Siete meses después, el 7 de julio, el aeropuerto volvía a cerrar durante varias horas por el mismo motivo. Y, como es sabido, a las 19:00h de este pasado lunes se repetía la situación por tercera vez en los últimos 16 meses. En esta ocasión, el aeropuerto permaneció cerrado durante 21 horas para reparar un enorme socavón que se produjo precisamente a continuación del detectado el 31 de diciembre de 2021. Un total de 13 vuelos fueron desviados, y 5 resultaron cancelados, con unos 2.300 pasajeros afectados.
Pese a este panorama, y a que el director general de Aviación Civil aseguró al alcalde Abel Caballero una solución urgente e inmediata; el gestor aeroportuario no prevé ninguna actuación de urgencia y se limitará a cumplir el croquis original, confiando en que pequeñas actuaciones como el sellado de grietas permitan "ir tirando" hasta mediados de 2024.
Las obras de recrecido y asfaltado de los casi 2 kilómetros y medio de la pista implicarán varios meses de trabajo, una inversión de entre 15 y 20 millones de € y, probablemente, el cierre del aeropuerto durante varios días, como ya sucedió en el aeropuerto de A Coruña, que se vio sometido a dicha rehabilitación durante el año pasado. AENA estudia, además, la mejor época para acometer los trabajos, pues su desarrollo implicará la desconexión o la reducción temporal del nivel de efectividad de los sistemas de ayuda al aterrizaje con niebla y malas condiciones meteorológicas, imprescindibles para garantizar el buen funcionamiento de Peinador. Recordemos que en el año 2018 el aeropuerto se sometió a trabajos para renovar el sistema ILS, de ayuda al aterrizaje en situaciones de baja visibilidad (nubosidad baja, niebla, etc). Por aquel entonces, AENA y Enaire decidieron que la mejor época del año para la sustitución era la primavera. Sin embargo, durante las 8 semanas de desconexión la niebla decidió rodear íntegramente al aeropuerto, lo que se tradujo en más de 180 vuelos desviados y más de 20.000 pasajeros afectados.
La falta de conservación, una crítica constante
El capítulo de los socavones en Peinador no es el único reproche reciente a la conservación de los aeropuertos por parte de AENA. Desde que el Gobierno del Partido Popular efectuase la privatización del gestor aeroportuario en el año 2014, vendiendo el 49% a diversos accionistas, se han sucedido las críticas sobre la reducción de su inversión en mantenimiento. Así, por ejemplo y sin salir de Galicia, el fenómeno de los socavones también hizo presencia en el aeropuerto de Santiago de Compostela, y la sustitución de un cristal fracturado de la torre de control del mismo aeropuerto se demoró por casi 8 meses. Igualmente, los controladores de la citada torre denunciaron tener que protegerse del sol en las instalaciones con sombrillas, así como goteras constantes durante el invierno.
El Gobierno obtuvo por la venta del 49% de AENA un total de 4.263 millones de euros en 2014. Desde entonces, el gestor aeroportuario obtuvo 833 millones de beneficio en 2015, 1.164 en 2016, 1.232 en 2017, 1.327,9 en 2018, 1.114,2 en 2019 y 901,5 en 2022. Es decir, desde su semiprivatización se han registrado 6.572,6 millones de € de beneficio, 2.309,6 millones de euros más que los obtenidos con su venta; a repartir entre los accionistas. En los años de la pandemia, AENA perdió 60 millones en 2021 y 126,8 en 2020, estos sí a soportar por la propia empresa.
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