domingo, 16 de febrero de 2025

Caballero confirma que el Concello no tiene ningún plan actual ni futuro para el aeropuerto


El secreto del éxito en política aeroportuaria para los aeropuertos pequeños y medianos no es, en realidad, ningún secreto. Se trata de vender un destino con reconocimiento para el público y cierta capacidad de atracción, y de mantener una relación constante con aerolíneas y operadores, no solo estando presente en las principales ferias de turismo y viajes sino, además,  designando y confiando en un profesional con los contactos necesarios en el sector al que concederle dedicación exclusiva para realizar su labor: cuidar y reforzar esos contactos y reunirse continuamente con aerolíneas y agentes para escuchar sus peticiones y trasladarle las del destino en cuestión. Se trata de convencer, a base de trabajo continuo, serio y persistente. 

En Vigo tenemos lo primero: un destino reconocido y con capacidad de captar un amplio espectro de viajeros por sus múltiples posibilidades: gastronomía, naturaleza, historia, patrimonio, etc. Carecemos totalmente de lo segundo. La política aeroportuaria del Concello de Vigo no está en manos de profesionales del sector, sino en manos de políticos y amigos de políticos que se van colocando en uno u otro puesto en función de necesidades de partido, pero sin formación, contactos ni conocimiento de la materia (ni voluntad de obtenerlas). También un alcalde aficionado a la grandilocuencia, capaz de presentarse en una feria líder de turismo (FITUR) y no reunirse con ningún operador turístico, pero sí aprovechar para presentar una campaña turística que en lugar de exponer el destino por sus atractivos se dedica básicamente a lanzar exageraciones a cada cual más extravagante, como vender la ciudad como "turísticamente un imperio", pese a estar a años luz de los principales destinos turísticos españoles, tanto en visitantes como en reconocimiento; comparar Balaídos con el "Guggenheim", pese a que pocos visitantes no gallegos podrían citar sin confundirse algún museo de la ciudad, dada la pésima política museística de las últimas décadas; o retar al alcalde de Nueva York al respecto de la decoración navideña, cuando lo cierto es que, hasta en esto, parece que el consistorio vigués se ha quedado sin ideas, transcurriendo una Navidad tras otra sin apenas novedades, más allá de supuestas "estrellas" gigantes de belleza cuestionable (o carentes de ella) que convierten en aún más alto el andamio "árbol" de Porta do Sol. 

Lo que verdaderamente urgía en Fitur era conseguir una alternativa a la pérdida de vuelos con Barcelona que tendrá lugar a partir de finales de marzo, cuando Ryanair abandone la ruta y deje a Vueling en monopolio con apenas 10 frecuencias semanales, su peor operativa histórica. Esta conexión, la segunda de mayor importancia para el aeropuerto de Vigo, se encuentra actualmente en una situación nefasta, que solo la entrada de otro operador como Volotea o un acuerdo con la propia Vueling para garantizar un mínimo de 2 frecuencias diarias podría haber aliviado. Sin embargo, la que debía ser la principal razón de acudir a Fitur 2025, ni siquiera llegó a entrar en la agenda de Caballero. 

Y es que el Concello ha decidido que Peinador ya no le reporta suficientes beneficios políticamente, y que en los próximos meses el proceder será el siguiente: si hay pérdida de pasajeros, se culpará a la Xunta y las supuestas subvenciones actuales a Lavacolla que Caballero nunca ha probado. Echar las culpas de los errores propios a la supuesta influencia de un enemigo externo siempre ha funcionado bien hasta ahora, para justificar meteduras de pata como las de la base de Volotea o la primera huida de Ryanair cuando nos conectaba con hasta 5 destinos en Reino Unido, Irlanda, Italia o la propia España. Si hay ganancia de pasaje, se alabará una política aeroportuaria local que no existe. 

Bien claro lo dejaba Abel Caballero en su entrevista con Faro de Vigo el pasado 9 de febrero. A preguntas de José Carneiro sobre conversaciones con Wizz Air o Volotea para abrir nuevas rutas, el alcalde era categórico en su respuesta: "No estamos en conversaciones". Sobre si han hablado con alguna compañía para recuperar la oferta a Barcelona, señalaba Caballero: "Hablaré con Competencia, están obligados a cubrir líneas, no pueden hacer lo que les dé la gana" (Mentira). Y, por último, al respecto de si habrá más convenios: "Viajamos a mercado". La conclusión es sencilla: desde el Concello no se está haciendo nada a día de hoy por Peinador. No hay plan a futuro. Cuando finalice el convenio con Ryanair y esta elimine su última ruta en Vigo (Londres, único destino internacional del aeropuerto), será cuando se reúnan tarde, mal y arrastro con cualquier otra aerolínea y paguen por un vuelo de sustitución en las condiciones que sean, sin trabajo previo alguno. Con un poco de suerte habrá algunas elecciones cercanas y podrán vender ese convenio a la desesperada como fruto de una gran labor que no ha existido. 

3 comentarios:

  1. De este inepto poco se puede esperar.

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  2. Que alguien le pase este artículo al ayuntamiento de Vigo por favor.

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  3. Pasarlo para que, no lo entenderían.

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