miércoles, 1 de noviembre de 2017

Peinador, ante un 2018 incierto

Foto: Álvaro Fernández

Aunque el Aeropuerto de Vigo cerrará 2017 posiblemente como uno de sus mejores años presentes, superando cómodamente el millón de pasajeros, el 2018 no se prevé como un camino de rosas. Hasta ahora la previsión para el año que está próximo a comenzar es mala, y sin mucho a lo que agarrarse en el horizonte.

Air Nostrum finalizaba recientemente su contrato de 3 años con el Concello, cancelando ipso facto sus 8 rutas directas hacia o desde Vigo: Alicante, Gran Canaria, Londres-Luton, Málaga, Menorca, París, Roma y Sevilla. El próximo verano solo prevén volar a Valencia, Ibiza y Palma de Mallorca (además de su ruta típica a Bilbao), y la programación de los 2 destinos baleares es ridícula, con apenas 1.000 asientos en cada sentido durante 1 mes (y ojo, que esas 3 rutas también son fruto de un convenio). De los otros 8 destinos nada se sabe, y ello pese a que poco antes de finalizar el acuerdo municipal, el presidente de la aerolínea visitaba Vigo para indicar que estudiaban operar 4 o 5 de las 8 rutas fuera de contrato (lógico, con las espectaculares ocupaciones que han marcado algunas de ellas pese a los precios de la valenciana). Pero la realidad es tozuda y finalizado el transvase de pasta: no money, no party.

A la pérdida de las 8 rutas anteriores y de un importantísimo número de asientos hacia Ibiza y Mallorca hay que sumar el tijeretazo que Iberia Express ha metido a los vuelos con Tenerife, cancelando las conexiones hacia Tenerife Sur de Navidades y reduciendo los servicios a Tenerife Norte del verano (ahora empezarán en julio y finalizarán a mediados de septiembre, un mes menos que en 2017).  ¿Lo volveremos a apostar todo a las rutas de siempre para que nos salven (Madrid, Barcelona, Lisboa y Bilbao, que conforman la triste oferta de este invierno)?

Todo ello en medio de una crisis de la aviación en Europa que ha llegado sin esperarse, en pleno récord de todo (turismo, desplazamientos en avión, etc), con Monarch y Air Berlín recién desaparecidas tras su quiebra, Alitalia en la cuerda floja, Norwegian en delicada situación económica, Vueling con problemas en su principal fundo, Ryanair recuperándose de una grave crisis... 

Y con la expectativa de un nuevo concurso municipal de vuelos que no va ni pa´lante ni pa´tras, quien sabe si porque les ha pillado el toro como en todos los anteriores o si porque, esta vez al fin, saben por donde tirar. 

Sea como fuere, estamos ante una de cal y otra de arena otra vez, fruto de la falta de previsión en la que siempre estamos inmersos, y de la falta de un plan sólido para el aeropuerto que piense más allá que en inflar los números a corto plazo. Tras un verano fantástico, estamos ante un invierno tan triste como siempre; y tras un buen año, se acerca otro en el que no sabemos que va pasar. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario